Se llaman Román, David, Andriy y Volodymyr. Trabajan para Ibecor, una empresa especializada en pez espada y bonito del norte que opera desde el Mercado de Pescados en Mercamadrid. Y son de Ucrania.
Esta madrugada hemos estado con ellos, acompañándoles en su jornada de trabajo mientras nos contaban cómo estaban viviendo estos horribles días.
Desde que comenzó la invasión a su país no han faltado en el mercado ni un día y responden a nuestras preguntas sin parar la actividad, mientras atienden a clientes, cargan con cajas de pescado y cuidan del producto.
Decidme, qué queréis contar, solo hay un mensaje, que acabe la guerra, que todo esto termine ya..
Cuando les pregunto cómo están, tuercen el gesto y giran la cara, se encogen de hombros, bueno, cómo quieres que estemos,…
Ellos llevan años en España, trabajando y viviendo con nosotros pero todos tienen familia en Ucrania, murmuran abuelos, suegros,… sus mayores. Algunos en zonas más tranquilas y otras en la misma capital. De algunos tienen más noticias que de otros.
Pese a la distancia, al hablar de sus compatriotas, que se encuentran resistiendo en Ucrania, se les llenan los ojos de orgullo y admiración.
No puedo entretenerlos más, tienen que seguir trabajando.
Les he pedido permiso para publicar la foto (realizada por @Juliako) y solo hay un ruego: por favor, pon la bandera de Ucrania. Y aquí está.
Hoy nuestro aplauso debe ser para ellos, como muestra de respeto y solidaridad ante una situación difícil de concebir. Sirvan estas líneas como homenaje y reconocimiento a un pueblo amigo y hermano que intenta sobrevivir a la barbarie y la sinrazón.
Me llaman antes de irme, da las gracias, dicen. Da las gracias a todos por el apoyo, es muy importante para nosotros que nos estéis acompañando.
Pues eso, no dejemos de hacerlo.